La Llorona de Quinches

Cuenta la leyenda que la Llorona es el alma en pena de una mujer muy jovencita que tuvo amores con un cacique. De esos amores quedó embarazada de una niña, a la cual dio a luz. El cacique la abandonó y ella, como no tenía idea de cómo criar a un infante, desesperada por el llanto de la niña, la mató con sus propias manos.

Cuando la joven vio lo que había hecho, comenzó a llorar y a gritar fuertemente, lo que atrajo a los vecinos y familiares. Al ver lo sucedido, la maldijeron. Ella salió corriendo hacia el llano y se convirtió en espanto. Siempre está llorando, y cuando entra a los poblados dicen que llama a su hija. Se sabe que roba niños que están solos, ya sea en sus casas o en las orillas de rio malagto  o algunas quebradas. Por lo general, se la oye llorar en dias de luna llena.

Según otras versiones, la Llorona fue una muchacha joven que vivía en las pampas de uran. Esta muchacha cada vez que daba a luz a un hijo lo mataba sin piedad.

Le confesó todo al sacerdote que vivía en su pueblo, añadiendo que no sentía ningún remordimiento por lo que había hecho. El sacerdote notó que estaba embarazada de nuevo y le dijo a la muchacha que cuando tuviera a su hijo le diera de mamar antes de matarlo, y así lo hizo; tras darle leche materna lo mató, pero se activó su instinto maternal, haciéndole sentir una gran culpabilidad. Desde entonces, vaga por los campos llorando de dolor, buscando a sus hijos y asustando a todo el que se le atraviesa en su camino.

Se la representa como una mujer joven, con una larga cabellera morena y la piel blanca. Lleva una bata blanca larga y encima otra bata de color negra con capucha, y suele portar un bebé en los brazos. Llora y grita diciendo “¡Mi hijo, mi hijo!”.

A veces, las madres castigan y asustan a sus hijos diciéndoles que si las desobedecen, la Llorona vendrá a buscarlos y asustarlos por las noches.

La diferencia entre la Llorona y la Sayona es que esta última normalmente solo se viste de blanco, tiene ojos rojos y colmillos que parecen de león. Asusta, mata o vuelve locos a los hombres que son o fueron infieles, no a todas las personas o niños, como hace la Llorona.

Daniel Urrutia